De tanto juntar silencio

Salida

40 pesos y un calzoncillo nuevo. Podría ser el nombre de una de esas cosas de Sofovich. ¿Cuántas putas se habrá cogido el rengo de mierda ese? Ojala fuese mi abuelo. Y Raúl se olió el sobaco por las dudas. Porque Marito le había dicho que no compre en el chino. Que perrean las cosas. Que pinchan los corchos de los vinos y los rellenan. Que en Merlo había un galpón donde armaban las cosas. Pero algo posta pasaba. Porque a la primera transpirada pulenta le arrancaba el perfume a fugazetta. Tocó el timbre sin sacar la mano de la campera. Y ahí estaba. En la puerta del pute que le había dicho el correntino. Preguntá por Yolanda, tiene la cueva como nena de 15. Y preguntó nomás, pero no estaba. Lo atendió Nicole, alta baqueta. Y mientras el Raúl se vestía ella le dijo: Amor… tenés descosido los calzones, se te van a escapar los compañeros. Y a él se le hicieron de vidrio los ojos. Porque nunca tuvo nadie que le cosa. Salvo la Gladys, que hasta en el puterío lo acosaba.

Reparto

En los cabarets te podés enganchar sida, o la chota con el cierre. Pero minas nunca. Por eso van tanto los tipos, porque hay minas… pero no. Y entre casarte y el sida, no sé… habría que pensárselo un rato ¿no? Y el negro, en un ritual de complicidad, le clavó la punta del codo justo por debajo de la costilla. Al Raúl se le salió todo el mate por el nazo y el negro casi se lleva puesto un motoquero de tanto cagarse de risa.

Es asi, Raulito. Flor de hija de puta son las minas. Ni bien aparecen empiezan las cagadas. Por eso, no te enamores, Rauli… y el to que le faltaba lo usó para decir: Todo el culo te parto, colarada.

Y la cabeza del negro volvió a entrar en la chata justo cuando el Raúl le decía:
Negro, me parece que había que doblar en la que pasamos.

Continuado

Las historias de amor, esas del cine, son una mierda. La mina se coge al mejor amigo, le roba un riñón al tipo para comprarse una cartera y le pone sandía en el vino sin que se avive. El chabón nunca hace nada, a lo sumo se pone en pedo y garpa 100 dólares para contarle a una puta que cuando era chico le soltaron el loro por miedo a la psitacosis. Pero todo se soluciona cuando él impide que ella se vaya a vivir a Boston corriendo como un infeliz adentro de un aeropuerto.

Y de eso yo tengo los huevos en caldo, porque la vida siempre es una mierda. - Le dijo Marito mirándolo serio.

Y el Raúl se sirvió otro amargo pensando que nunca le había gustado el mate. Pero como a la Gladys era lo que más le gustaba, el por no dejarla sola se la bancaba. Incluso aunque hubieran pasado 10 años desde que ella lo largara.

Obligatorio

Había que cruzar el campito para llegar a la avenida, y de ahí patearse 10 cuadras hasta la rotonda. Total la gente viene siendo algo así como nada. Y Paraguay o Corrientes queda tan lejos del centro que termina desapareciendo. Por eso a los hijos de los pobres no le crecen los sueños. Se le van muriendo de andar haciendo la cola en el hospital, mientras piden que por favor les den algo para seguir sirviendo.